El padel indoor y el padel outdoor: ¿amigos o enemigos? Los orígenes de este deporte lo sitúan entre los que se practican al aire libre. A finales del pasado siglo hicieron aparición las pistas de cristal, que no fueron muy bien vistas por los jugadores por el hábito que tenían de jugar al aire libre. No obstante, esto no impidió que acabaran dominando el mercado.
Como ya sabes, la mecánica del juego está muy condicionada por la clase de pista que elijas. Como jugador tienes que adaptar el despliegue de tus recursos técnicos, como la bandeja, el smash o la vivora que dependerá del tipo de pista en el que juegues, cubierta o al aire libre.
La adaptación es considerada más fluida en el caso de pasar de una pista descubierta a una cubierta que si se hace al revés. En las canchas al aire libre sabes medir cómo incide el viento en la bola, y esto es fundamental en todos y cada uno de los golpeos. Se trata de una maniobra considerada más complicada por la mayoría a la hora de acostumbrarte que en el caso de tener que adaptarse a la altura del techo.
El padel indoor
El padel indoor, hace referencia a las pistas a cubiertas y tienen como ventaja la independencia de las inclemencias del tiempo. En el caso de que haga un viento fuerte, la meteorología puede boicotearte totalmente un partido. Esto ocurre, igualmente, si llueve o hace mucho frío.
Los inconvenientes del padel indoor
No obstante, las altas temperaturas pueden convertirse en tu gran enemigo si juegas en pistas de padel indoor. Además, por lo general, se concentra un alto nivel de humedad, lo que dificulta la respiración y aumenta la transpiración. Esto da lugar muchas veces a una continua sensación de fatiga en los jugadores.
Estas pistas pueden jugar malas pasadas cuando se practica este deporte en invierno por el deslizamiento de la pelota al entrar en contacto con los paneles de metacrilato. Esto hace que la bola acabe cayendo al suelo.
El padel outdoor
El padel outdoor es la alternativa más preferida por los jugadores avanzados. Entre sus pros se encuentra el hecho de que las pistas al aire libre no provocan sensación de enclaustramiento, que es lo que muchas veces ocurre en las pistas cubiertas.
Además, como sabes, intervienen factores relacionados de manera directa con la técnica del juego en sí. En este sentido, debes saber que la falta de techo acaba con las limitaciones relacionadas con la altura a la que pueden llegar los globos. Del mismo modo, condiciona cada uno de los golpes que son defensivos, así como las contraparedes.
Además, la visión del juego es mucho más homogénea al aire libre, dado que en las pistas cubiertas, por lo general, se crean zonas irregulares de sombra y de sol provocadas por la penetración de la luz a través de determinadas oquedades.
Los inconvenientes
Como ocurre con la lluvia, el sol también puede ser un problema en las pistas al aire libre. Si estás acostumbrado a jugar a cubierto, es muy probable que el sol te nuble la vista y, lo que es peor, la mente.
Otro inconveniente de las pistas al aire libre es que requieren un mayor mantenimiento y este, en la mayoría de las ocasiones, no suele llevarse a cabo.
Sea como fuere, ambas opciones tienen defensores y detractores entre los aficionados al pádel. Lo que está totalmente claro es que la desertización que se vive en los polígonos industriales ha dado lugar a que proliferen las pistas cubiertas.
En Pascal Box te recomendamos probar los dos tipos de pistas para que puedas decidir cuál es el que más se adapta a tu manera de jugar en cada una.