A veces, cuando decimos que el bote presurizador Pascal Box contribuye a cuidar el medio ambiente, nos llaman exagerados. ¿Tú también crees que exageramos? Hagamos unas cuentas…
Es muy difícil calcular de manera objetiva la huella ecológica que tiene la fabricación de pelotas de pádel y tenis en el mundo, ya que habría que tener en cuenta el número de bolas que se fabrican en el año (unos 360.000.000 al año, según la Federación Internacional de Tenis), el número de toneladas de caucho y fieltro que estas bolas suponen, las emisiones que se producen en el envasado y transporte de estas pelotas de pádel, etc.
Es por esto que trataremos de manejarnos con unos números estimados más pequeños, para ver el impacto a pequeña escala:
– Pongamos que en el club donde juegas al pádel hay 100 jugadores habituales entre los que van por la mañana y los que van por las tardes.
– Teniendo en cuenta que se cambian las pelotas cada 9 juegos en los torneos oficiales, la vida media útil de un tubo de pelotas de pádel es de 3 partidos. Si ponemos que cada uno de ellos juega una media de 3 partidos a la semana, tenemos que cada jugador utiliza unos 52 tubos al año.
– 52 tubos suponen 156 pelotas al año cada uno, lo que son 15.600 pelotas al año entre los 100 jugadores de tu club.
– El peso medio de una pelota de tenis o pádel es de 60 gramos, por lo que para fabricar 15.600 pelotas necesitaremos 936 kilogramos de caucho. Para redondear y compensar las emisiones de transporte, envasado y demás que no hemos contabilizado, calcularemos sobre 1.000 kilos, es decir, 1 tonelada.
– Según diversos estudios, el factor de emisión de CO2 en la fabricación del caucho sintético es de 4 kilos de CO2 por kilo de caucho. Es decir, que para poder utilizar todas las pelotas de pádel que usamos al año, se emiten 4 toneladas de CO2 a la atmósfera.
– En la zona climática en la que se sitúa España, se calcula que cada hectárea de terreno vegetal absorbe unas 6,5 toneladas de CO2 al año. Es decir, que necesitaremos 0,75 hectáreas de bosque para absorber el CO2 que se emite con la fabricación de pelotas de nuestro club. Esto son 7500 metros cuadrados, lo que es más o menos la media del campo del Santiago Bernabéu (realmente es algo más, pues el Berbanéu mide 7.140 metros cuadrados).
En resumen, que cada club con 100 jugadores habituales necesita un pequeño bosque del tamaño del Bernabéu para compensar las emisiones de CO2 a la atmósfera que supone su consumo de pelotas. Casi nada, ¿no?
Por fortuna, desde que nació Pascal Box, ya son varios miles los jugadores que utilizan Pascal Box en toda España. Por seguir con números redondos, pongamos que este año han utilizado Pascal Box unos 5.000 jugadores. Esto supondría que le hemos ahorrado al planeta una cantidad de CO2 para la cual se necesitaría una superficie de bosque equivalente a 50 estadios Bernabéu para absorber.
¿Sigues pensando que el bote presurizador de padel y tenis Pascal Box no contribuye a cuidar del medio ambiente? Hazte con uno y haz que tu práctica deportiva sea más eco-friendly.